24/07/2020
Además de despertar una oleada de muestras de solidaridad, la crisis sanitaria provocada por el coronavirus también ha obligado a muchos negocios tradicionales a adaptarse al mundo ‘online’ para evitar echar la persiana y así paliar, en la medida de lo posible, las pérdidas provocadas por la pandemia y sus consecuencias económicas. Para debatir sobre la situación actual y futura de la transformación digital del comercio aragonés, Antonio Ruiz, jefe de Banca de Empresas de Ibercaja; Narciso Samaniego, director del Área de Competitividad de Cámara de Comercio de Zaragoza; Vicente Gracia, secretario general de la Federación de Empresarios de Comercio y Servicios de Zaragoza y Provincia (ECOS); y David Rey, director general de la plataforma digital Zerca, se reunieron ayer en las instalaciones de HERALDO, en un encuentro que estuvo moderado por Luis H. Menéndez, jefe de la sección de Economía del periódico.
La covid ha provocado una necesidad urgente de digitalización, pero también ha supuesto una oportunidad para el comercio, expuso el secretario general de ECOS. Para el jefe de Banca de Empresas de Ibercaja: Esto ha sido un proceso acelerado de lo que tenía que pasar. Lo ‘online’ ya no es una alternativa. Se han fusionado el mundo digital y el físico. Por su parte, el director del Área de Competitividad de Cámara de Comercio de Zaragoza destacó que el auge del comercio electrónico ya venía desarrollándose. La covid solo va a precipitar el afianzamiento del canal ‘online’. Digitalizar es mucho más que subir productos a una plataforma de ‘marketplace’, subrayó el director general de Zerca.
Sobre si el comercio aragonés estaba preparado para afrontar una situación tan grave como la generada por el coronavirus, los cuatro expertos coincidieron en que no. Sigue faltando en cada comercio una estrategia, una senda, que defina dónde quieren estar, señaló Samaniego. Todos los grandes cambios han pasado por disrupciones. Hasta ahora, igual algunos negocios todavía no lo necesitaban. Actualmente, el cliente ha cambiado, y las empresas tienen que converger con este nuevo perfil, afirmó Ruiz. La necesidad, en estos momentos, ha convencido al pequeño empresario para buscar un canal alternativo. Creemos que es una grandísima oportunidad para los negocios rurales, aseguró Gracia.
Desde su experiencia, Rey señaló: A mayor tamaño de la ciudad, mayor recurrencia de la compra por internet se producirá. La cultura y los recursos digitales son proporcionales. El pequeño comercio tiene dos valores en los que el contexto les favorece: la concienciación del consumidor ‘postcovid’ sobre los productos locales y la red digital española, que es de las mejores, indicó.
En la experiencia de compra del cliente, Amazon es un problema. El comercio pequeño no está en esta plataforma, pero el usuario sí. Además, luego existen barreras adicionales, como la logística, expuso Ruiz sobre las dificultades que pueden encontrar estos negocios en el camino. ¿Qué empresario renunciaría a tener presencia en un mercado que factura tantos miles de millones de euros al año?, se preguntó Gracia. Para nosotros, el objetivo es incrementar el volumen de facturación de la tienda física –continuó–. Quien dijo que las crisis son aportunidades tenía razón. El comercio es indestructible mientras exista una sociedad de consumo, pero tiene que amoldarse.
La mayoría de los comercios no son conscientes de que ya están digitalizados parcialmente, remarcó Rey refiriéndose a aquellos que ya cuentan con cierta presencia en internet, ya sea a través de su la web o de las redes sociales. En un mundo híbrido, también hay negocios digitales que recurren al físico, dijo Samaniego, y añadió: Sin marca, internet no te distingue, no vas a conseguir un posicionamiento. A modo de conclusión, los cuatro expertos estuvieron de acuerdo en que el futuro pasa por la digitalización. La tecnología es el reto del comercio, pero también es su solución, concluyó Samaniego.
heraldo.es